Puno nos ha parecido feo, aunque hicimos altos amiguito como los saltarines y come bananas de Nando y Piero. Nos embarcamos en una lancha a hacer el tour más guiri y sorprendente rumbo a las Islas flotantes de Uros, son islas de paja habitadas a parte de hacer el huri también se puede pasar la noche, hubiera sido lindo pero ya teniamos nuestros pasajes comprados para salir a la noche hacia Arequipa. En una de las islas me hago amiguita de una mini Maluka (¡Cómo la extraño!) que estaba muerta de miedo en una torre altisima de la cual no se atrevía a bajar.
Al volver a Puno comemos y nos pasamos la tarde en la terminal, a causa de la lluvia, a la espera.
Conclusión del día: Algo no me sentó bien a la panza...
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